Sargento Garcia

El original nombre del grupo está inspirado en el personaje del Zorro, ese Sargento mexicano, muy patoso, que persigue al Zorro sin conseguir atraparlo. Sargento García era el mote de Bruno García (cantante, guitarra y compositor de la banda) en su colegio de Francia ( es hijo de padre vasco, madre francesa y familia argelina).

Su primera banda fue Ludwig Van 88, que dio mucha vida al rock alternativo francés en los 80. Bawawa Son Sound System fue su siguiente proyecto, en el que el propio Bruno cantaba ragamuffin en español sobre las atmósferas dub de un DJ.

Un día, por casualidad, escuchó en el programa de radio "Salsamanía" que invitaban a que los oyentes se unieran al festejo con cartas, postales y mensajes en cualquier formato. A Bruno García no se le pudo ocurrir mejor homenaje que grabar un tema con el nombre del programa, "Salsamanía" , una explosiva mezcla de salsa y ragamuffin. La acogida en la radio fue tan entusiasta que animó a Bruno a convertirse definitivamente en el Sargento García, y a formar una banda compuesta por otros diez músicos: dos percusionistas, un batería, un teclista, tres metales, un bajista, un flautista y otro cantante (cubano).

El álbum debut de Sargento, "¡Viva el Sargento¡"(1996) contócon la producción de Renauld Letaung (Manu Chao). 

Son, Reggae, Ragamuffin, Rap, Salsa... Como dice el Sargento: "La mezcla da sentido a mi música. Me gusta salir y romper fronteras, mezclar influencias y culturas".

Desde entonces su viaje musical ha ido evolucionando y tras unirse a la bandaLos Locos Del Barrio, grabó su segundo trabajo en 1999, "Un poquito quema'o". 

Con "Sin fronteras" (2001), Sargento García confesó haber dado una "vuelta hacia la historia buscando las raíces africanas", por eso contócon la colaboración del dúo proveniente de Malí formado por Amadou y Mariam, "con un tema sobre la solidaridad entre los países", y ha "intentando recuperar las raíces españolas", con una canción que mezcla el son y la rumba gitana, grabado en colaboración con el guitarrista de Perpignan (Francia) Balbino. 

Además, Sargento García ha experimentado con la salsa y la timba, porque considera que en la música "no existen las fronteras, ni han existido, los límites sólo los impone el ritmo. Eso sí -añade- siempre que hablamos de música popular, la música sacra o religiosa si que establece sus territorios". 

El resto del álbum esta marcado por sus ya ritmos habituales con toques de salsa, son, reggae y hip hop, algo que él, enemigo de las etiquetas, ha decidido llamar "salsamuffin", para evitar posteriores definiciones. 

Entre los doce cortes, once de ellos compuestos por el mismo, hay una versión de "Los Desaparecidos", del panameño Rubén Blades, "en homenaje a los desaparecidos durante las dictaduras". 

Con su cuarto álbum, La Semilla Escondida (2003), Sargento García tomó el camino opuesto, volviendo a los orígenes de estos estimulantes estilos musicales para grabarlos allí mismo, en el lugar de donde proceden, en un estudio, con experimentados músicos. Una vez que se terminaron de hacer las maquetas, la grabación y mezcla finales tardaron en hacerse cinco meses. “No es una gran cantidad de tiempo considerando que es un proyecto bastante particular y ambicioso, que se grabó en tres países distintos.”